La foto, de hace un día, no puede ser más elocuente. Es la calle central de nuestro pueblo, Carretas, y no deja lugar a dudas de su deplorable estado. Unos pasos más adelante nos encontraremos con unos contenedores para, por ejemplo, reciclar papel, en donde, el mismo día, resulta prácticamente imposible depositar una simple cuartilla.
Si a eso le sumamos las inexplicables nuevas señales de tráfico, colocadas incluso en la misma plaza de la Constitución, ¡qué disparate!, es para empezar a preocuparse muy seriamente.
Mientras tanto, una medida anunciada a bombo y platillo, como es la peatonalización de la calle Carretas, sigue en el limbo de los inocentes.