La carta de concejala del PP, Susana Tortajada Galán, explicando los motivos de su expulsión del Equipo de Gobierno de su partido, es digna de leerse de principio a fin.
«El actual alcalde, Raúl Martín Galán, ha tenido una actuación en la sesión del Pleno del pasado día 28, que no puede obtener otro calificativo que el de ruindad, no ya política, meramente humana»
«No podía dar crédito a lo que estaba escuchando. NI yo, ni la mayoría de los concejales que se encontraban presentes.»
«Discrepar en privado con algunas decisiones parece ser una conducta repudiable que
merece ser castigada. Y es por esto, por lo que me mandan al rincón y, esto es textual, dentro de unos meses y según sea mi comportamiento, “ya veremos”»
«Es cierto que algunas veces he pensado en tirar la toalla, por sentirme acosada en numerosas ocasiones por Yolanda Estrada, Presidenta Gestora del PP de Villaviciosa, pero nunca por pensar que no pudiese llegar a cabo los proyectos de mis áreas, con ayuda como siempre de los trabajadores municipales, a los que quiero dar las gracias por su trabajo y apoyo.»
Cuando la dignidad está por encima de los sillones
Sin dudas, ningún adulto puede permitir que en el seno de su trabajo se le trate como si fuera un niño pequeño. La «disciplina de partido» se asemeja cada vez mas a la «obediencia debida», leyes no escritas que desproveen de voluntad a los individuos para los actos que pudieran estar en contra de su obrar de consciencia.
Tampoco se puede silenciar con despidos fulminantes las discrepancias, como en los gobiernos totalitarios que creemos tan lejanos.
Por suerte, la dignidad en algunas personas, es más fuerte y no se permiten recibir ese trato de quienes, se supone, son sus compañeros y su apoyo.
Susana Tortajada se va del PP porque dice «ha dejado de ser el PP para pasar a ser un grupo de personas, mal asesoradas y cuyos principios populares se encuentran muy lejos de los que representa Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, para los que la
libertad es irrenunciable».
Se va denunciando las presiones de Yolanda Estrada, quien parecer ser la verdadera mandamás detrás de los hilos que mueven la cada vez mas difusa figura del alcalde.
Sin presupuestos, sin apoyos, con una fragilidad numérica que no se recuerda en un Gobierno municipal, enfrentados a todos y quizás, hasta entre ellos mismos, el Equipo de Gobierno tendrá por delante unos días en que deberá decidir si hace lo mejor para Villaviciosa, o para los mandamás del partido, caiga quien caiga.
La carta completa de Susana Tortajada
En Villaviciosa de Odón a 30 de junio de 2021
En el día de hoy he solicitado mi pase a la condición de concejal no adscrito a ningún grupo político, abandonando, desde hoy, mi pertenencia al grupo municipal del Partico Popular.
Es una decisión trascendente y de enorme calado, tomada después de una profunda reflexión personal fruto de un doloroso proceso que me veo en la necesidad de explicar a los votantes del Partido Popular y a todos los villaodonenses.
Todos los que conocen mi trayectoria personal y política saben de mi profunda vinculación al Partido Popular desde mi juventud.
Quiero al PP, siempre me he sentido ligada a los principios que representa y he dedicado una parte importante de mi vida a defender sus políticas y a participar, ya sea en la vida pública, ya sea simplemente como militante de base, en todas aquellas
actividades y actuaciones que, impulsadas por mi partido, favorecieran la vida de los españoles y, muy concretamente, a la de mis vecinos.
No reniego de ello, muy al contrario, me siento orgullosa de haberlo hecho y, sin duda, volvería a hacerlo.
Pese a ello, lo ocurrido en las últimas horas, me ha llevado a tomar esta decisión, desgarradora para alguien que, como yo, considera que el PP forma parte de su familia. Pero la necesaria disciplina partidaria no puede acarrear jamás la humillación y desprecio a las personas. Y eso exactamente es lo que pasó en el Pleno del lunes.
El actual alcalde, Raúl Martín Galán, ha tenido una actuación en la sesión del Pleno del pasado día 28, que no puede obtener otro calificativo que el de ruindad, no ya política, meramente humana.
Por sorpresa y enmarcada en un discurso incendiario, surgido de una indignación incontenida con el resto de los grupos políticos que conforman la oposición municipal, decidió hacer daño a los suyos, en este caso, encarnados en mi persona. Sin comunicación previa, sin insinuaciones ni siquiera conversaciones en las hubiera expresado una mínima discrepancia con mi trabajo al frente de las delegaciones, que me había conferido, anunció una modificación del equipo de gobierno que, sin nombrarme siquiera, me excluía de la titularidad de cualquier responsabilidad.
No podía dar crédito a lo que estaba escuchando. NI yo, ni la mayoría de los concejales que se encontraban presentes.
Mi incredulidad y mi sentido del deber, me llevó a no hacer ninguna declaración ni realizar ningún tipo de actuación hasta que pudiese mantener una reunión civilizada con el autor de tamaño dislate y atropello. Lo conseguí al día siguiente y la respuesta que obtuve fue que el maltrato recibido sólo tenía una causa: mis actitudes críticas
en las reuniones Internas del grupo municipal. Discrepar en privado con algunas decisiones parece ser una conducta repudiable que merece ser castigada. Y es por esto, por lo que me mandan al rincón y, esto es textual, dentro de unos meses y según sea mi comportamiento, “ya veremos”.
Ante esta actitud, no puedo más que situarme en un campo ajeno a quienes confunden autoridad con autoritarismo y a los que prefieren gobernar rodeados de acólitos silenciosos que de gente con criterio que intenta arrimar el hombro para mejorar los resultados.
Me voy del grupo municipal porque ese grupo ha dejado de ser el PP para pasar a ser un grupo de personas, mal asesoradas y cuyos principios populares se encuentran muy lejos de los que representa Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, para los que lalibertad es irrenunciable.
Me voy porque quiero cumplir el compromiso que adquirí con los villaodonenses cuando acepté formar parte, con orgullo, de las listas electorales del PP: para defender el programa que les ofrecimos y defender su derecho a discrepar y exigir al que nos gobierna que cumpla con sus promesas y no considere que la Alcaldía es su patrimonio personal.
Entre los argumentos que están utilizando está el que yo había presentado varias veces mi renuncia. La única que he presentado es la del día de hoy, se deben de referir al escrito que presentamos tanto el concejal Miguel Lucero Aparicio como yo, por el trato que recibió, a todas luces humillante, por parte de Yolanda Estrada –
actual presidenta de la gestora que dirige el PP en Villa- durante una reunión de equipo de gobierno y al que consideraba debía apoyar. Parece que el Alcalde tiende a considerar “dimisiones” las meras llamadas a la obligación de recordar para que nos presentamos y por quien deberíamos trabajar.
Es cierto que algunas veces he pensado en tirar la toalla, por sentirme acosada en numerosas ocasiones por Yolanda Estrada, Presidenta Gestora del PP de Villaviciosa, pero nunca por pensar que no pudiese llegar a cabo los proyectos de mis áreas, con ayuda como siempre de los trabajadores municipales, a los que quiero dar las gracias por su trabajo y apoyo.
Seguiré trabajando, que nadie lo dude, pero no como representante del Partido Popular de Villaviciosa de Odón, no creí nunca que fuese a pronunciar estas palabras.
Un saludo.
Susana Tortajada Galán, miembro de la Corporación municipal en el Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón
Mi contacto con esta concejala ha sido por una cuestión concreta y debo de decir que se ocupó y preocupó del problema de Medio Ambiente que planteé y lo solucionó bien y en tiempo corto. Como es normal, no puedo opinar sobre las razones de su destitución, pero sí quiero dejar constancia como vecino de mi agradecimiento a su gestión.
Los traidores, traicionados…. que pena dan. Tambien recordamos los dos o tres artículos aduladores de este periódico al alcalde títere de la Estrada.
Muchas gracias por dejarnos tu comentario, Dionisio.