Pleno Extraordinario de Presupuestos 6 de abril de 2022
Ella baila sola
Los Presupuestos no son un objetivo. Y mucho menos un trámite sin más que hay que cumplir. Son el medio, el instrumento en el que se plasma el Plan de Gobierno. Y muestra siempre cuál va a ser el camino a seguir; es decir, la idoneidad del Plan de gobierno. Excepto cuando, como en este caso, lo que delata es que no existe ningún Plan de Gobierno.
La oposición llevaba el año y cuarto de gobierno del PP desesperada por la falta de diálogo del Equipo de Gobierno (EG), aterrorizada por los perjuicios para los vecinos de la nefasta gestión o, mejor, por la falta de gestión del EG, y con mala conciencia por asistir como mera espectadora pasiva al espectáculo de autosuficiencia, incapacidad e ineptitud del EG, a pesar de que el gobierno lo componen sólo 6 de los 21 concejales de la Corporación.
Así que, debieron decidir dar un paso adelante para que los Presupuestos «de brocha gorda» y «grises, casi negros», tuvieran algunas pinceladas matizadas y pasaran, al menos, al gris puro. Se reunirían todos los concejales de la oposición (excepto IU, a la que parece que le sigue costando soltar amarras con el PP) para ponerse a trabajar conjuntamente preparando las enmiendas que hicieran un poco digeribles los lamentables presupuestos presentados por el EG.
Seguramente, plantearon y negociaron entre ellos las enmiendas, como si de un encuentro gobierno-oposición se tratara y, como tenían votos más que suficientes, se garantizaron así el éxito de lo acordado internamente. Es justo reconocer que, dejando al margen quiénes llevarán la iniciativa y la mayor tarea, como en cualquier colectivo, todos estos concejales, absolutamente todos, trabajaron mucho, con una enorme ilusión y sin despreciar a los demás por sus diferencias políticas, porque lo importante era conseguir mejoras para los ciudadanos de Villaviciosa. Por ejemplo, quitando 90.000 euros del desmesurado presupuesto de Fiestas («pan y circo, más toros»), pudieron aprobarse enmiendas para la realización del pliego del PGOU, y la redacción del Plan Especial del Camino de la Zarzuela.
En el cuadro adjunto pueden verse las magnitudes del Presupuesto, así como las enmiendas de cada partido que han sido aprobadas tras el esfuerzo realizado.
Y, además, con una enmienda concreta dieron un paso adelante fundamental para evitar en el futuro la arbitrariedad y el ninguneo con los que el alcalde ha venido comportándose con la oposición. Aprobaron (con el voto en contra de IU y PP) recortarle competencias al alcalde, que tendrá que pasar por el Pleno para ver aprobadas las modificaciones al presupuesto que, hasta ahora, venía tomando a su libre albedrío.
Todo esto se hizo evidente durante el Pleno. Los líderes del que podríamos denominar «Pentapartito» (Vox, Ciudadanos, PSOE, Más Madrid y No adscritos) estuvieron a la altura de la ocasión; en algún caso, incluso muy por encima de lo acostumbrado.
Hicieron unos discursos preparados, sólidos y demoledores contra los presupuestos y muy especialmente contra el informe del alcalde que, convertido nuevamente en «Antoñita la fantástica», presentaba un mundo ideal, que no se parecía mucho al real de nuestro pueblo.
Pero además de todo lo anterior, la postura adoptada por la oposición señala el camino a seguir, el modus operandi para lo que queda por delante. Porque lo que falta en este Ayuntamiento no son recursos financieros, sino recursos humanos en su EG.
Hay que tomar decisiones sobre la aplicación de los enormes recursos provenientes de los remanentes de tesorería, los Fondos europeos «Next Generation» y el PIR. Estos suponen unos recursos financieros muy importantes y con un margen de maniobra muy superior al de los Presupuestos aprobados. Ahora el alcalde, siguiendo el viejo principio de «si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él», ha decidido apoyar con su equipo las enmiendas de la oposición. Incluso se permite hablar de consenso y de diálogo. Por tanto, tiene la oportunidad de pactar con ellos («de los escarmentados nacen los avisados») todas las aplicaciones de estos recursos. Veremos, a no tardar, si ha aprendido la lección.
La oposición se ha subido al escenario y dirige la orquesta porque esta llevaba camino de convertirse en la orquesta del Titanic; un desastre sin necesidad de que les apareciera un hermano o un primo. Si el EG quiere bailar, que baile con lo que decidan tocar juntos gobierno y oposición. Y, si no quiere, la oposición seguirá bailando sola.
Una demostración de consenso y sentido común, y una prueba de lo que debe ser la política local: un servicio exclusivamente enfocado al ciudadano.
Enhorabuena, en este caso, a nuestros políticos, olvidando sus diferencias y aplicando un pragmatismo digno de elogio.
Por aquí vamos bien.
Muchas gracias por tu comentario, Ramón.