El Parque Aranjuez está rodeado de chalets. Son vecinos que pagan gustosos el IBI que el Ayuntamiento les cobra cada año y que están orgullosos de su vivienda.
Sin embargo, el estado del parque es más que lamentable. Como podemos ver en las imágenes, está lleno de excrementos caninos. «Con la lluvia de hace unos días, el espectáculo era dantesco y el olor insoportable». Encontrar bolsas para recogerlos en el dispensador es prácticamente imposible. Hasta hace unos días aún eran visibles las consecuencias del temporal Filomena.
Con un poco de interés sería muy fácil que el pequeño parque fuese un oasis de naturaleza. Es pequeño y posee un arbolado magnífico.
Ante esta situación y viendo que sus quejas no son atendidas, algunos vecinos están sopesando la posibilidad de organizarse y emprender las acciones que entre todos decidan.