El pasado 14 de marzo, la recién creada Asociación de Vecinos El Bosque XXI recogió firmas para solicitar la convocatoria de una Asamblea General de la Entidad Urbanística que permita cambiar a su Junta Directiva.
El sol brillaba en todo lo alto cuando la mesa de la Asociación de Vecinos El Bosque XXI se puso en marcha. Cientos de villaodonenses pasaron por allí a firmar, a charlar, informarse y poner cara a los que solo se conocían por WhatsApp. Y a agradecer y a darse ánimos unos a otros en la tarea emprendida.
De hecho, durante las más de tres horas que estuvieron, nunca dejó de haber un enorme grupo de personas. Algunos de ellos preguntaban, con una cierta emoción viendo tanta gente, si esa era la cola de firmar para salir de la situación de abandono de la urbanización durante tantos años.
El alcalde apareció con su perrito, señal de que no estaba entre alborotadores, ni entre gente que grita, como dice el PP en su último panfleto. En él se atribuyen en exclusiva el éxito en el conflicto de Mercadona («El resultado del diálogo y el consenso del Partido Popular… frente a los que agitan las calles…»).
Precisamente por esto, alguien le dijo que si no le daba vergüenza ese comunicado en el que ni mencionan al movimiento vecinal. Tras titubear, admitió «generoso» que «también con alguna ayuda de los vecinos».
Al marcharse, un vecino le preguntó, con sorna, si se iba sin hacerse un vídeo, pero la directora cinematográfica de sus grabaciones, (recientemente contratada por el Ayuntamiento) no le acompañaba.
El comentario general era que se ha ganado una batalla importante, sí, pero no la guerra.
Mientras el sol calentaba en la calle, otros, en las sombras, continuaban, sin reparar en gastos, con su estrategia para conseguir cegar a los vecinos con falacias e incluso con insinuaciones de conductas delictivas (que, si han existido, no consta que hayan sido denunciadas), supuestamente llevadas a cabo por no se sabe quién o quiénes… pero que ahí quedan.
El buen tiempo facilitó la ilusión, la alegría y el buen rollo. Ahora solo queda lo más difícil.
Si no se llegan a movilizar los vecinos, ahora nos íbamos a comer, en raciones diarias de a dos, los trailers de 40 toneladas. Curioso que los colectivos se apunten al caballo ganador cuando ha acabado la carrera.
Gracias por tu comentario, José.